Que nadie sepa mi sufrir . El lazo entre Francia y la Argentina, en medio de los Juegos Olímpicos: “Que nadie sepa mi sufrir”Por Sebastián Torok
PARÍS (Enviado especial).- En primer lugar, una aclaración: ningún atleta, espectador, dirigente o periodista argentino que haya caminado por la capital francesa durante estos agitados días olímpicos fue reprendido, golpeado u ofendido por su pasaporte. La imagen de un treintañero vestido con la camiseta de la selección argentina y el N° 10 de Leo Messi, caminando felizmente entre el público el viernes pasado, a orillas del Sena, en la “incroyable” ceremonia inaugural de París 2024, ilustró la tolerancia. LA NACION lo acompañó durante un buen trayecto y nadie lo agravió por sus colores. Dicho esto, es real que la rivalidad deportiva, alimentada por sucesos desafortunados y reacciones políticas elevaron el clima de las relaciones entre Francia y la Argentina. Por ello también la visita del presidente Javier Milei a Emmanuel Macron, en el Palacio del Elíseo, se observó como un gesto para aplacar las aguas.